La Tortuga Arrau
Es el queledonio dulceacuícola más grande de Latinoamérica. Se encuentra en las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco, por lo que los ríos del Estado Apure también forman parte de su hábitat. A partir de 1986 fue catalogada en peligro de extinción y fue incluida en la lista de animales vedados en Venezuela.
En el marco del Programa de Conservación de la Tortuga Arrau, los indígenas de la etnia Mapoyo fueron incorporados a la cría de dicha tortuga. Así mismo, los pobladores del Refugio de Fauna Silvestre y la Zona Protectora de la Tortuga Arrau se han incorporado al Programa, propulsando la participación comunitaria en laz acciones de conservación y educación ambiental.
Este Refugio se creó el 7 de junio de 1989, se encuentra al sureste de los llanos bajos occidentales, en jurisdicción de los Municipios Pedro Camejo y Cedeño de los Estados Apure y Bolívar, respectivamente.
El Caimán del Orinoco
Tenía su distribución histórica a lo largo de toda la cuenca del río Orinoco. Durante los años 30 y 40, la explotación y comercialización desmedida lo colocó como una de las especies en mayor peligro de extinción. Gracias al Programa de Conservación de esta especie, desde 1990 se ha criado y liberado 4.275 caimanes en los Estados Apure, Guárico, Cojedes y Portuguesa.
El Perro de Agua
Este mamífero fue cazado intensamente para comercializar su piel, lo que se tradujo en una disminución drástica de su población, la cual se extendía por los ríos, caños y lagunas de los llanos. Actualmente, es una especie muy escasa y sólo al sur del Orinoco es relativamente común. Se alimenta exclusivamente de peces.
El Pavón, Pavón Lapa
Los pavones son los principales atractivos para la pesca deportiva, debido a su tamaño, su carne, la fiera oposición que ofrecen cuando son capturados y su apariencia. En Venezuela se presentan al menos 5 especies, de las cuales la Chichla orinocensis, la Chichla temensis y la Chichla intermedia se encuentran en la cuenca del Estado Apure. La temporada para la pesca deportiva del Pavón en Apure va desde el 1 de noviembre hasta el 30 de abril, prohibiéndose la comercialización de los ejemplares obtenidos por pesca deportiva o de subsistencia (Resolución de pesca Nº 50 del MARN, Gaceta Oficial 34.410 del 30/03/90).
La pesca indiscriminada por la exquisitez y textura de su carne ha hecho que se cuente entre las especies fluviales en peligro de extinción.
Debido a lo anterior es de vital importancia el desarrollo de un turismo sustentable que no dañe ni comprometa la existencia del medio ambiente, la fauna y la flora donde se desarrolla; lo cual unido al fiel cumplimiento de los programas de protección y conservación hará posible que estas especies que hoy en día se encuentran en peligro de extinción, puedan permanecer para las futuras generaciones. Es aquí donde juega un papel preponderante un programa constante de concientización de la población, la cual debe entender que este planeta, su medio ambiente, su flora y fauna es el único que tenemos por lo que si no nos damos a la tarea de la conservación pues obviamente no tendremos un futuro promisorio ni para nosotros ni para las futuras generaciones. Así pues, el ecoturismo ó turismo ecológico bien entendido es uno de los más importantes a desarrollar en el país, y en donde campamentos como el Hato Cedral juegan un papel importante desde hace años, ya que se dan a la tarea de desarrollar justamente este tipo de turismo, así como de velar y preservar la fauna que se da cita en sus 53.000 hectáreas de extensión. Aquí se han identificado aproximadamente 340 especies de aves entre las que destacan corocoras rojas, gabanes, guacamayas, chenchenas y garzas.
La fauna es rica en mamíferos y reptiles. Se pueden observar zorros, osos palmeros, venados, delfines de río, monos, cunaguaros, pumas, cocodrilos, caimanes y culebras de agua. Especial mención tienen los chigüires -el mayor roedor del mundo- con una población aproximada de 20.000 ejemplares.
Es así que queremos invitarlo a que aproveche la temporada alta de vacaciones en el Hato Cedral que va del 1 de noviembre al 30 de abril, para que emprenda la única casería permitida en el Hato: la de la observación y disfrute de toda esta fauna silvestre que se da cita en este espectacular lugar de nuestros llanos venezolanos.
